El principal impacto de esta tormenta se ha traducido en espectaculares auroras en latitudes altas en las zonas polares.
La llamarada solar también provocó una fuerte corriente de protones pero que tampoco llegaron afectar a los satélites de la NASA ni provocó ningún incidente en la superficie terrestre.
![Un hombre observa una aurora boreal en Tromso (Noruega) el 24 de enero. | Efe](http://estaticos04.cache.el-mundo.net/elmundo/imagenes/2012/01/26/ciencia/1327573828_0.jpg)
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